Matmatah. Nous y sommes. #VDLN 201

Imagen: Kevin Peterson, óleo sobre lienzo.

Inventamos terribles enemigos y les ponemos nombres. Nombres enormes, culpables, dramáticos, llamativos, floridos, hinchados, retóricos, pomposos, ostentosos, engolados, petulantes, rimbombantes, grandilocuentes, altisonantes, campanudos… Nombres. Y les echamos la culpa de todo. A los nombres y a los enemigos. Y les hacemos la guerra con armas fracasadas, procedentes de siglos prescritos: arcos, flechas, lanzas, espadas, catapultas, dagas, trabucos, hachas, bayonetas, granadas, globos aerostáticos, aviones de hélice, huelgas, concentraciones, minutos de silencio, marchas, discursos, manifiestos y manifestaciones… Derrotados en nuestra batalla imaginaria, ideamos otro nombre y otro enemigo. Repetimos ciclo. ¡Y nos reímos del capullo que peleaba contra molinos! Todo, menos identificar ante el espejo, cada mañana, al único o única responsable de esto que nos pasa. Estúpida especie de estúpido simio.

Más o menos eso, me sugiere este tema de Matmatah, mi banda francesa de cabecera. Sonidos y texto merecen la lectura tranquila y la escucha serena. Aunque hubo otros más emotivos, sin duda el suyo en Vieilles Charrues, el mejor concierto que viví en 2017. Con ellos les dejo. En el aniversario de la muerte del gran Lucio Dalla... Feliz #VDLN, feliz semana. Salud y libertad.



Unos pocos miles de años habrán sido
suficientes para infectarlo.
Pobre pequeño planeta manchado
de nuestra humanidad
para explotar la carga viral.
Y ahora nuestro anfitrión
entra en la fase terminal.
De quién la culpa, ¿dónde está el daño?
Después de todo es la naturaleza quien reina.
Qué es del tiempo lejano
donde solo éramos primates.
Antes de que todo empezara
desde el Tigris hasta el Éufrates.
Hasta ahora, la división de la incubación inicial.
Algunas complicaciones desde el hombre de Neanderthal.
¿De quién es la culpa, dónde está el daño?
Después de todo, es la cultura que se propaga.
Si solo queda una vuelta
antes del final de la misión
elixir de amor, campos en ruina que dejaremos.
Vamos a bailar, vamos a bailar.
Es el final de la civilización, bailemos.

Eso es todo, estamos allí.
Vamos a bailar, vamos a bailar
en este final de la civilización.
Vamos a bailar, vamos a bailar
y la gente está brindando
en la nueva mutación. (Estribillo).

Cabad más hondas las zanjas
que nos protegen de los necesitados.
Tectónica de clases
dinámico choque inminente.
Esconde lo que nos queda
dejémoslos en su vidas frugales
Que no piensen robar nuestra piedra filosofal.
De quién la culpa, ¿dónde está el mal?
Cuando nos ciega el brillo del metal
y ponemos por ello un punto de honor.
Un punto de no retorno.
La economía exponencial.
El fruto de nuestros amores
infligir, una vez más, en nuestras tierras natales
un nuevo contingente de humanidad.
La dosis letal.
De quién la culpa, ¿dónde está el daño?
Después de todo es la naturaleza la que se deja llevar.
Si solo queda una vuelta,
antes del final de la extinción,
Elixir de amor, los campos de ruina que dejaremos.
Vamos a bailar, vamos a bailar
Es el final de la civilización, bailemos.

(Estribillo)

Salvamos al vecino,
pero no vamos más allá.
Deseamos buena suerte
para nuestra tierra, nuestros hijos.
Cuando hayan terminado
de chuparla hasta la médula.
¿Cuántas generaciones
antes de la gran limpieza global?
De quién es la culpa, ¿dónde está el mal?
Permanecerá hasta el fin del carnaval
si solo queda un día en el horizonte.
Elixir de amor, los campos en ruina que dejamos.
Vamos a bailar, vamos a bailar
Es el final de la civilización, bailemos.

(Estribillo)

Ficha técnica

Título: Nous y sommes.
Intérprete: Matmatah.
Música y letra Tristán Nihouarn.
Álbum originalPlates Coutures (2017). 








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