Midge Ure. Fade to grey. Existencialismo sin máscaras. #VDLN 80.

Nacemos de colores, con los mofletes de colores, con los genitales de colores, con los ojos de un color azul intenso. En la infancia nos regalan lápices de colores para que pintemos la vida con colores llamativos. Nos manipulan, nos educan dicen ellos, y nos enseñan que el rosa es para las niñas, las que lloran, y las luces frías para quienes llegaron a este planeta de colores con la impuesta obligación de pelear. Nos enseñan a competir – para el primero el color más radiante, el amarillo –, a ser los mejores sin que resulte preciso alcanzar previamente la condición de buenos. A ver quién dibuja con los colores más fuertes.


En la juventud imaginamos el futuro inundado de colores brillantes: rojos explosivos, magentas intensos, fucsias o verdes que nublan la visión con solo cruzar la mirada sobre ellos. Después nos volvemos grises para enfrentarnos a una estación solitaria, con una maleta al lado, mostrando el miedo mientras nos giramos para escondernos tras un póster con nuestra propia imagen. Nos volvemos grises. Subimos los contrastes en un intento baldío de recuperar los colores marchitos. Asesinamos los tonos. Los blancos, tan blancos, deslumbran nuestros ojos y nos impiden reconocer el entorno, distinguir el bien del mal, quizá porque descubrimos que no existen, un simple un invento de los manipuladores. Los negros, tan negros, tan profundos, nos sumergen en un abismo, también negro, también profundo. Retrocedemos y nos volvemos grises. Nos volvemos grises, pero al buscarnos en algún espejo, comprobamos que unos ojos, los nuestros, aún permanecen azules. El postrero engaño de un cerebro cruel, mucho, un regalo envenenado de la naturaleza. A 8 o a 16 bits por canal, con 256 o con 32.768 grados en la escala... nos volvemos grises. Sentimos la lluvia como un verano inglés y terminamos deseando que la vida no sea demasiado larga.



Cuando en 1980 Midge Ure publicó bajo la etiqueta Visage este Fade to grey, me pareció una astracanada, el producto de una moda pasajera que la crítica, siempre devota al absurdo bautismo de las cosas, denominó New Romantic. Treinta y tantos años más tarde, ya desposeído del estrafalario maquillaje del difunto Steve Strange (el cantante de entonces, una simple máscara como tantas otras), de la trivial coreografía que lo acompañaba y de los arreglos de unos tiempos que duelen más que encantan, percibo este temazo del maestro Ure como una suprema obra de arte. Como esa representación de que la realidad no basta que diría Pessoa o de que la vida iba en serio, en palabras robadas a Gil de Biedma. Fade to gray. Nos volvemos grises... cuando comprendemos que los colores no son más que una ilusión de nuestro cuerpo.

Para todas, para todos, especialmente para quienes tomaron posesión del gris, feliz #VDLN, feliz semana. Salud y libertad, aunque también se muestren grises.


Para ver las reglas y las canciones propuestas por el resto de participantes en este juego de blogs, pulse el botón.




Comentarios

  1. Jdrrrrr. ¡Qué duro y qué bonito escribes! Brutal entrada en todos los sentidos. Lo peor es que lo mismo tienes hasta razón. Un besazo.
    Charo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno encontrarte por aquí. Tan brutal no veo la entrada hay muchos tonos de gris y... siempre me gustó el B/N. Un besazo y feliz semana.

      Eliminar
  2. Hoy te habré leído como diez veces buscando una palabra de relleno a la que no atribuir un significado exacto. He sido incapaz de encontrarla. Por el texto enhorabuena tío. Aunque era muy cría a mi si me gustaba la versión de Visage. Un beso.
    PDT: Será una ilusión del cerebro, pero te sigo viendo con los ojos azules. De ilusión también se vive.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por los piropos al texto y por la transmisión de ilusiones.
      PDT: ¿Seguro que no te quitas años? Ja,ja,ja. Un beso.

      Eliminar
  3. Maravillosa canción. Me quedo pensando en la cuestión de género que encierra tu texto. Para mí todavía existe el rojo. ¡Feliz VDLN!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué dure mucho tiempo ese rojo, aunque todos sepamos que los colores no son más que formas agradables de traducir longitudes de onda. Feliz semana.

      Eliminar
  4. Puff, pelos como escarpias. Por el temazo y por el texto... Aunque yo espero nunca ser gris, yo me veo más como Gandalf, pero el blanco ;)
    Feliz Semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Suerte que tienes. me alegro que te llegasen el tema y el post. Para se componen y para eso se escriben. feliz semana.

      Eliminar
  5. Cada cosa en su época suena bien, esta versión suena mucho mejor para esta época desde luego. Un disfrute volver a leer tus miradas a la realidad, siempre tan certeras! Buena semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, los arreglos son los arreglos y suelen manifestarse esclavos de su época. A mi los ochenteros no me gustaban nada, ni en los ochenta. Gracias por tu comentario. Bienvenida de nuevo y feliz semana.

      Eliminar
  6. Mira, me lo has descubierto. Al menos no recuerdo ni a la banda ni al tema. Y suena de miedo, menudo temazo, me ha encantado. Y menudo bajo! Le sobra el teclado, eso sí. Yo, siendo bastante gris, voy siempre con una pantonera a mano. Cosas de diseñador que trabaja en CMYK pero adora el RGB. El amarillo nunca me gustó, ni como premio. Soy más del rojo ;)
    Salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya es raro que te descubra a ti algo. Me alegro que te guste. Yo antes de comprobar que los colores no son más que una ilusión, también era más de rojo. Feliz lo que queda de semana. Salud

      Eliminar
  7. es verdad, las medusas llevan 4.000 años sobre la tierra ,o mejor dicho bajo el mar. y han conseguido sobrevivir sin cerebro..Bueno de todas formas intuyo tu gris es apacible un saludo hermano

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más heterodoxo