Vuelva usted mañana. (Letrashop IX)

Pasamos meses, quizá años, criticando el bipartidismo, el rodillo implacable de la minoría triunfante sobre la mayoría perdedora. Al final, casi sin querer, la situación se invierte y nos encontramos con “esto”. Como canta Enrique Bunbury,  la primera vez puedes llamarlo engaño, la segunda y sucesivas son elección.


Sorprende que a quienes en campaña coaccionaban al electorado con la obligación impuesta de escoger lo menos malo, ahora solo les sirva lo excelso. Si la derecha pepera creyera su discurso, hubiera hecho lo imposible por evitar el “riesgo” de la llegada al poder de los temidos Podemos; si el amigo Iglesias, ese que cambia de trasversal a irrenunciable izquierdista según sople el viento, pensara en los votantes antes que en su ego, tal vez hoy tendríamos un gobierno con el partido de la corrupción en liquidación por cierre de negocio. Si Sánchez sirviera para algo, no hubiera presentado una candidatura nacida para el fracaso. Solo observo en su papel a Ciudadanos. Interpretan un personaje que no resulta de mi agrado, pero al menos es el suyo, aquel al que siempre aspiraron.

Me separa de la derecha su afán por convertirlo todo en negocio; de la izquierda al uso, esa obsesión por conceder plaza de funcionario hasta a los árboles que adornan nuestros parques, esa confusión entre lo público y lo estatal con demostrada capacidad para arruinar continentes. La mejor exhibición del Estado como el ejemplar más ineficiente parido por el ser humano, es el cercano espectáculo de sus señorías: tres meses de “trabajo” para no hacer nada. Absolutamente nada. Y luego nos rasgamos los trajes por los desayunos de hora y cuarto o por el vuelva usted mañana, tan característicos de nuestra Administración.

Quizá por mi alergia hacia ese reino de los fantoches que llamamos astrología, me confieso incapaz de predecir el futuro, aunque lo intuyo nefasto en cualquiera de las posibilidades que se atisban. Todas transitan por la reconstrucción de un país ignorando las aspiraciones de la mitad de su población. En una sociedad tan artificialmente dividida como la nuestra, deberíamos aprender a asumir renuncias, a convertir en hechos aquella frase atribuida al subcomandante Marcos que acepté como propia: “yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni tú ni yo obliguemos al otro a ser como tú o como yo”. Difícil cuando los egos se anteponen a las ideas, difícil cuando cada habitante de este trozo de Tierra, camina por la vida sin reconocer que el otro, el contrario, el opuesto, aunque sea por puro cálculo probabilístico, en algo debe llevar razón. Imposible cuando ni Pedro, ni Pablo cuestionan el capitalismo, un modelo tan justamente agotado, como agotadoramente injusto. Keynes, uno de sus mayores sostenes ideológicos, resumió su pensamiento económio en una frase: " a largo plazo, todos muertos". Mucho me temo que al final se sale con la suya.

Comentarios

  1. joder, juré no volver a escribir, pero no puedo controlar el impulso , por mucho que me lo repita, mi psiquiatra. maestro, un articulo perfecto . un análisis certero y preciso de la situación socio-política actual.no hay solución. el pueblo lobotomizado, gracias a la ingeniería social y cultural. políticos rayando el "borde-line", y vividores con tendencias a apropiarse de lo ajeno. no se porqué,se me viene a la mente : "miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados....", . aquel excelso soneto de quevedo. gracias

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    1. Gracias a ti. La pena es que es un criterio poco compartido en nuestra sociedad.

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