Nouvelle Vague. Versiones originales (I) #VDLN 167

Lo de la modernidad siempre me pareció el crimen perfecto. Influidos quizá por ese capitalismo tecnológico tan dependiente de la innovación, nos hemos convertido en idólatras de lo reciente. Necesitamos nuevos móviles, nuevos coches, nuevas o nuevos amantes, idénticos a los anteriores, pero que incluyen en el menú la pijada de turno, normalmente tan inútil como costosa. Imprescindible un auto con veinticinco airbags, aunque para saber si funcionan, primero tengas que pegarte una buena hostia. También un teléfono parlante, en tres idiomas, con pantalla «superflú» y cámara que, si hablamos en serio de fotografía, en realidad es una mierda, pero queda muy mona para colgar en las redes obras maestras con filtro de Instagram.



La epidemia de la novedad se ha transformado en cadena, la que nos ata al consumo sin freno y nos aleja de nosotros mismos. Sucede hasta en la música. Devoramos bodrios infumables porque ahora es lo que se lleva, mientras condenamos al olvido notas que nos hacen disfrutar. Con el mismo criterio, deberíamos quemar la partitura del Requiem de Mozart o la del Dúo de las flores de Delibes, ninguna admiten el calificativo de modernas.

No espere nadie en la edición estival de los #VDLN, lo último de fulano(a) o lo más fresco de no se cuál. Los dedicaremos a esas versiones que, por originales, logran convertir en creador al intérprete. A veces en el arte –como en la vida– , el amor nace al asumir como propias melodías conocidas que nos sonaban ajenas, hasta el instante mágico en que nos detenemos en ellas.

Escojo para el estreno esta joya de Nouvelle Vague, un cover del clásico The Killing Moon (Echo and the Bunnymen) que, en mi siempre discutible criterio, enriquece (y supera) la creacción más famosa de la banda de Ian McCulloch.



Hasta tal punto me agrada esta banda francesa que consiguen el imposible de que adore lo que siempre repudié. Como este Don't Go de Yazoo, otro mito de los ochenta. Una versión que consigue vacunarme contra el sarpullido que me provocaba escuchar a Alison Moyet. Cosas de mi fobia hacia el synth pop de la época, supongo. Feliz #VDLN. La semana próxima más... en este especial formato veraniego. Espero que les guste. Salud y libertad.



PDT: Ahora que he adoptado medidas serias (muy serias) con lo que esclaviza y con lo que de verdad apetece, prometo intentar el regreso a los comentarios y la respuesta a quienes comentan. En los últimos meses, no podía más. Disculpad la involuntaria descortesía.




Comentarios

  1. Buena elección Rafa, hace un tiempo yo también elegí este grupo en un VDLN de diciembre, en mi anterior blog Mamá Bocachancla. Hace tiempo que no pasaba por aquí, retomo las buenas costumbres y me gusta el nuevo aspecto que le has dado al blog. ¡Feliz fin de semana!

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    1. Lo recuerdo. No sé la razón, pero últimamente no ceso de escucharles. Feliz semana.

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  2. No los conocía pero tengo que reconocer que no es el tipo de música que suelo escuchar, aunque ahora realmente escucho poco de cualquier cosa salvo canciones infantiles, pero la de Don´t Go me ha gustado la verdad. ¿Estaré madurando?

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  3. Entonces, de la posmodernidad, ni hablamos. Respecto a tu 'edición estival', me gusta el formato. Una vista tranquila a versiones que te gustan sin más.

    Feliz #VDLN

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    1. Casi mejor no hablar, sí. Me alegro que te agrade la versión veraniega. Feliz semana.

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