Hilario Camacho. Y todos duermen. #VDLN 102



Cuando todos duermen mi cuerpo se subleva ante el descanso. Cuando todos duermen, araño ilusiones con tinta de sangre sobre un papel en blanco. Cuando todos duermen yo te imagino, escuchos tus latidos, tus gemidos, te siento a mi lado o en aptitudes que no es decente comentar en este espacio. Cuando todos duermen, yo te obedezco. Cuanto todos duermen el espíritu se torna viajero, la razón dimite y los sentimientos contaminan el oxígeno de un aire ingrávido. Cuando todos duermen yo te sueño, y me vuelvo escritor, filósofo, rápsoda, a veces hasta esclavo. Mis ojos diseñan lágrimas y mis labios lamen deseos. Cuando todos duermen me tranformo en viento y floto ante una ciudad apagada sobre tumbas de hormigón. Cuando todos duermen nace el silencio. Cuando todos duermen, mi mente despereza, resucito y percibo que todos duermen porque todos, incluso tú, desconocen lo nuestro. Cuando todos duermen la luna se detiene y los gatos se engrandecen, se tornan tigres alados – me acompañan en el vuelo – y hablan en lenguas extrañas que sin embargo comprendo. Cuando todos duermen el alma pierde su peso. Cuando todos duermen te vuelves de verdad y hasta acaricio tu pelo. Cuando todos duermen, tú existes porque yo te invento.



"Nací el 8 de junio de 1948 en el barrio de Chamberí. A los trece años tuve mis primeras gafas, a los catorce conseguí mi primera guitarra y a eso de los quince compuse mi primera canción, se llamaba 'Pilar' como una chica que me gustaba". Hilario Camacho fue un madrileño inteligente. Lo bastante como para dejar de perder el tiempo estudiando una estupidez llamada economía y dedicar su vida a adorar el arte que mejor dominaba. Poco reconocido de modo tan injusto como usual por estas tierras, compuso temas para Sabina (wishky sin soda, negra noche,…), Pedro Ruy Blas (otro que merece un vdln), Pablo Guerrero, Luz Casal o la Bonet. Casi nada. También para el mejor Manolo Tena, el de Cucharada (no soy formal, por ejemplo). O para series de una tele que por aquel entonces todavía se dejaba ver (tristeza de amor o david el gnomo). Atentó contra la salud pública en un proyecto del 87 denominado todos por el humo, una especie de revuelta de fumadores junto a una colección de indeseables como Wyoming, Luis Pastor o el despararecido Moncho Alpuente.



Hilario Camacho fue un madrileño inteligente, lo bastante como para decidir su final sin interferencias de nadie (2006), en la misma ciudad que noche tras noche le vio acostarse al alba para describirla en un temazo como Madrid amanece o cantar al amor como nadie en aquel que engrandecía el espíritu. Al puro estilo de los suicidas románticos, se despidió con una nota manuscrita, una crítica tan ácida como apasionada hacia buena parte de sus compañeros de oficio. De ideas abiertamente libertarias, separó con esmero la militancia del arte porque "me niego a acudir a un recital con el carné de no se qué en la boca". Lo pagó con el silencio en los episodios finales de una vida artificialmente recortada. Un silencio culpable, intencionado, que ignoró sus últimos trabajos pese a encontrarse decorados con el ornamento de la excelencia. La derecha cavernícola no olvidaba porque esa nunca olvida, reduce el perdón a un mero trámite de la confesión cristiana; la izquierda de siempre, la que en el tiempo de los megabytes rinde culto a un martillo, escogió rojos obedientes de los que se decoloran al olor de la pasta; a Sabina frente a Krahe, a Victor (el capo de la SGAE, tela) en detrimento de Hilario. Y luego desprotican del comportamiento de los elegidos.

Hilario Camacho fue un madrileño inteligente, lo bastante como para intuir que eso de volar es para los pájaros y que el final de viaje tienes que ser tú porque solo tú puedes serlo. Los únicos medicamentos conocidos para obsequiar al viento la utopía de que aún es posible la vida.





Aunque empiece a sonar antiguo y un poco fuera de mi habitual estilo (vaya chorrada eso del estilo, menos mal que se cura con la edad), espero que les guste. Fue un grande, mucho, y merece al menos este pequeño homenaje. Feliz #VDLN, feliz semana. Salud y libertad.

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Comentarios

  1. Preciosas letras, me ha encantado Final de Viaje. Bonito el homenaje que le has hecho!! Feliz VDLN!!

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    1. Me alegro que te agrade. Muchas gracias por tu comentario. Feliz semana

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  2. Rafa, la cultura y la política nunca se han llevado del todo bien.

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    1. Tienes razón. La política supone el ejercicio del poder o la aspiración a conseguirlo. El arte, en cualquiera de sus formas, constituye en sí mismo un acto de insumisión. Feliz semana.

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  3. No tenia el placer de conocerlo, pero nunca es tarde para escuchar una buena cancion y sentir una buena letra. Buena semana!

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  4. Suena muy bien!! Creo que no lo había escuchando nunca. Buena semana!

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  5. Hilario, aun en sus momentos de mayor popularidad, siempre fue un "maldito". Me alegro que te agrade. Feliz semana.

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  6. Alguna vez en los años infantiles creo recordar que lo escuchaban mis padres, buenos recuerdos me han traido las canciones seleccionadas.
    Un saludo

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  7. Historia. La de Tristeza de Amor es de esas melodías que nunca se olvidan.

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