Vasco Rossi. Tiromancino. Nannini. Humanismo a la carbonara. Vdln 11

Hubo un tiempo en que el acento italiano animaba a reducir los focos y localizar víctima para el baile “agarrao”. Aquel meloso Giacobbe o el excesivo Cocciante y su Bella Sin Alma, parecían los dueños de la receptividad femenina. La misma chica que ignoraba tus brincos al son de los Pistols, mutaba a cortesana medieval con las primeras notas del Jardín Prohibido. Solo el Hotel California de los Eagles o el Stay de Jackson Browne, suponían cierta competencia. El último, hasta que aprendimos inglés. ¡Qué decepción! El lenguaje sexista del momento, bautizó a esa legión de azucarados centuriones con el repulsivo término de moja-bragas. ¡Estúpido machismo! Como si el ansia de unos calzoncillos adolescentes fuera inmune a la complicidad de una hembra de la misma especie.

Después descubrimos que aquella lengua nació para trascender. Nos lo mostraron genios sencillos como Dalla, Paolo Conte o ese habitual compañero de meditaciones, llamado Franco Battiato. Comprendimos que el pariente más próximo del latín, adorna las composiciones y dona a los textos un toque exclusivo de elegante belleza. En italiano se expresa lo mismo que en francés, en español, en gallego o en catalán; pero todo suena mejor, más bonito. Su peculiar fonética parece salir del paritorio con el verso abrazado a la melodía.

Para este viernes de calor prematuro, les propongo tres muestras de filosofía latina. En la primera, Vasco Rossi, el indestructible rockero de la voz ronca y la sensibilidad suprema, nos concede una clase magistral de existencialismo lógico: pasamos la vida buscando el sentido a tardes, a noches, a condiciones, a historias, a deseos, a vivencias o a situaciones que probablemente carecen de él. En vez de gozar, insistimos en hallar respuestas. En lugar de sentir el viento, nos perdemos calculando su dirección. Al final, como grita Blasco (su apodo), ¿sabes que cosa pienso?... que eso sí que no tiene sentido y que mañana … otro día llegará. Grande en el país de los gigantes, Vasco Rossi: Senso. Sentido en español.



El segundo plato, lo condimenta Federico Zampaglione. Cuerpo, alma, guitarra, imagen y voz de la banda romana Tiromancino. Es hijo de uno de los mejores poetas italianos contemporáneos. Se nota. En su música y, sobre todo, en sus textos. Profundos, sentidos, líricos... estrofas empotradas en la melodía, como gato en caja de zapatos dos tallas menor que la obvia. En “la descripción de un momento” (La descrizione di un attimo), matiza las tesis del Vasco. La vida no es más que una sucesión de instantes, de infinitésimos de la existencia, que adquieren sentido por sí mismos y que lo pierden al otorgarles lógica colectiva. Zampaglione consigue describir un momento. Pero no es más que un logro de la poesía. La felicidad solo se alcanza cuando disfrutamos de cada uno de ellos. Elijo la versión acústica. Menos potente, más sentida.




De cierre, una de mis alimañas predilectas. En los ochenta era la hermana macarra de un atractivo piloto de carreras. Llega al siglo XXI como la dama indómita del rock italiano. A imagen de su sexualidad, Gianna Nannini se muestra ambigua, potente, amplia, excesiva, brutal, sensible y heterodoxa hasta unos límites que apasionan al regente de este blog. No se considera lesbiana, sino multisexual o sexual a secas: "me enamoro de personas, no de sexos". Madre primeriza más allá de los cincuenta, aparecerá por aquí en múltiples ocasiones. Lo merece. Hoy la presentamos en uno de sus temas más dulces. Este “Sei nell'anima” completa la trilogía filosófica elegida como menú de viernes. Gianna, con Pausini de invitada a un mágico directo, evoca que al final, lo que nos queda de la existencia, son los trozos de esas personas que cruzaron por ella y que se vuelven eternas al incorporarse a nosotros. Padres, madres, hijos, abuelas, parejas o exparejas, amigos, simples hombres y mujeres... Esos seres que, presentes o desaparecidos, están en el alma y allí perduran hasta el instante preciso en que dimitimos de respirar. 

A fin de cuentas esto de vivir no es más que eso: una sucesión de sinsentidos que diría el Vasco, de momentos que canta Tiromancino o de seres que se agolpan en el alma. Hagan el favor de disfrutarla. Nos envasaron sin conservantes y con la fecha de caducidad oculta en algún escondite del ADN. Goccia a goccia, fianco a fianco. Na,na,na,na,na,na,na,na,na ….



Espero que mi selección musical resulte de su agrado. Buen finde. Salud y libertad a todas.


Comentarios

  1. Siiiiii, italian@s a mi. Salud y libertad.

    ResponderEliminar
  2. Geniales, aunque solonrecirdaba a la Nannini. Yo soy de los que no pasan de Battiato. Incluso tengo entre borradores y notas un futuro #VDLN con el 'Bandera Bianca'.
    Salud y libertad ;)

    ResponderEliminar
  3. Conocía a Gianna por la canción de "Meravigliosa creatura", me parece una artista fantástica, creo que es una lástima que aquí sea más conocida la Pausini que ella. A los señores no les conocía, de hecho me disculparás si confundí a Vasco Rossi con Zucchero.
    Y de verdad que el calor me está recalentando el cerebro, que leí mal el título e interpreté "Humanismo a la Carbonero"... :-(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tranquila que no se lo digo a Vasco. Bien, bien, no se llevan. Lo del humanismo a la Carbonero, tendría su punto ja,ja,ja

      Eliminar

Publicar un comentario

Lo más heterodoxo