AK 97. La sombra del olivo. #VDLN 105.

Llegué tarde, como casi siempre y como a casi todo lo que importa. Por una vez me considero inocente. La culpa fue del gps que debió enamorarse de una rotonda de falda breve y corazón ligero que hacía la calle en las proximidades de la avenida de Logroño. Perdió la razón ante su libido exaltada y como todos en esas circunstancias, terminó por confundir los ángulos.

– A trescientos metros, gire ligeramente a la derecha.

Foto: Rafa Hernández

Curioso modo de denominar una curva de más de noventa grados de las que te dejan el exterior del neumático más liso que una pantalla de plasma de ochocientos pavos. A la tercera pasada creo que llegó a saludarnos el ceda el paso que custodiaba el acceso. Rematamos faena con un paseo de media hora larga por el barrio norte de la M-40. Desde el asiento trasero, junto a las bromas por aquella voz femenina que repetidamente nos engañaba, me llegó la palabra energía separada de las naturales leyes de la física. Desconecté de modo semi inconsciente. Hace años que no creo en nada que precise semejante ejercicio de confianza, que no pueda demostrarse con las explícitas normas de la matemática y reproducirse a voluntad en la realidad inventada de un laboratorio.

Un whatsapp nos devolvió la calma. No había espacio para la prisa. Pese nuestro evidente retraso, los músicos se hallaban cenando y aún faltaba un rato para el inicio del evento.

Al cruzar Alcobendas la cabeza se me inundó de recuerdos. Por un instante se asomó al presente la última cita que mantuve allí con el Kiko Veneno y su Banda del Retumbe. Cómo cambiamos. Hacía apenas unos meses y nada en mí permanecía constante desde entonces. Disuelta la añoranza, regresé a un semáforo que se tornó verde, para sentir como si todo hubiera acaecido en una vida anterior, hace miles de años; o como si acabara de despertar de un coma profundo y retomara el discurrir del tiempo desde instantes lejanos, sin recordar nada de lo acontecido durante el trayecto.



Ya en Sanse, atinamos a la primera. La misma fortuna que huyó de nosotros durante el viaje, nos obsequió un hueco de parking casi a la puerta del recinto. Dos empujones al de delante, una caricia al de atrás y niquelao. Niquelao… en medio de la calle. Más que aparcar, paramos el golf y nos bajamos.

– Este coche engaña. Es más largo de lo que parece.

Exclamó alguien en cariñoso intento de justificar la torpeza. Gracias compa. Qué modo tan elegante de sugerir mi reconocida condición de manazas sobre ruedas. Fiel al hábito de dudarlo todo, tardé como cinco minutos en decidir si el acierto circulaba por abandonar el abrigo en el maletero o invitarlo al concierto de AK 97.

Me sorprendieron para bien desde las primeras notas. Más por compañerismo que por curiosidad artística, había escuchado algo suyo, pero no esperaba un sonido tan potente, tan sólido, dominado por unas impecables líneas de bajo y por una voz sobrada para las exigencias del estilo. David no es mi adorado Corey Taylor (la garganta mágica de Slipknot), tampoco lo pretende, pero brilla en su cometido. La infravaloración de lo cercano, un clásico de nuestro tiempo del que no escapamos ni los vocacionalmente anti sistema.



Por momentos olían a rap-metal; a ratos a rock urbano; aderezados siempre con letras de verdad, de aquellas que dicen algo. Nada de te quieros de telefilme barato o de me muero por ti; que no hay que morir por nadie, porque nadie vale tanto como la vida y nadie adquiere el derecho a arrebatárnola; porque el amor, cuando es de veras, sabe compartir sin celos y engrandecer sin exigencias. Parafraseando a Antonio Gala, es una amistad con momentos eróticos y, entre amigos, no viene a cuento tanto drama. Lo otro, lo de las canciones de Amaral o de Alejandro Sanz, es un simple sucedáneo para disfrazar de afecto un burdo chantaje, el acto supremo de la dominación.

Lo bordaron en temas propios como la sombra del olivo, cuánto aprieta ese collar (y cuánto me agradan esas notas con sustancia); tu tradición, otro himno contra el maltrato animal, institucionalizado por la cultura de la muerte; o empuña tus armas (la honesta reacción ante lo injusto, un deseo, una esperanza). Alcanzaron el climax fiestero con el clásico blanco y negro de Barricada. Menuda versión. Por momentos se me aparecían recuerdos de la muerte de Bela Lugosi en aquel concierto de la Bauhaus de Peter Murphy, el lado oscuro de unos ochenta que añoro tanto como detesto.



Tras el espectáculo, un par de copas y cena ligera a base de unas palomitas que más por deseo que por indicios racionales, decidimos intuir recién guisadas. Entendí como nunca el hábito de una buena amiga, profesional de las cuerdas, cuando se escapa sin ducha del escenario del crimen con tal de evitar a algunos plastas. Vaya brasa que dieron al cantante unos fans enaltecidos por una evidente sobredosis cervecera. De cierre, unas papas veganas en el corazón mismo del Sanse antitaurino y una charla amable en plena madrugada, para demostrar a todos que hasta en las fosas abisales de la Castilla más rancia, sobreviven seres capaces de iluminarla.

Necesitaba una buena noche de rock, de esas en las que uno llega a casa justo antes de que el sol nos diga que es de día. A los músicos y a l@s colegas, sin que ambos términos deban considerarse incompatibles, gracias. 

Espero que les gusten los AK 97. Igual no soy muy objetivo, pero a mí me encantan. Feliz #VDLN, feliz semana. Como cada viernes desde hace muchos… salud y libertad.

Para ver las reglas y las canciones propuestas por el resto de participantes en este juego de blogs, pulse el botón.



Comentarios

  1. Este post es toda una declaración de intenciones de lo que se puede encontrar en él.

    ResponderEliminar
  2. Q fácil es echar la culpa al GPS.... Jejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A falta de niños, buenos son. los GPS para cargar con las responsabilidades

      Eliminar
  3. No los conocía, pero siempre esta bien escuchar grupos que con sus letras reivindican problemas tan importantes como los que has puesto. Feliz VDLN!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para eso están los VDLN para disfrutar de clásicos y descubrir músicas nuevas. Feliz semana

      Eliminar
  4. Ahora toca al pensamiento único ser antitaurino.No hay progre ni "enteraó",que no lo sea.Siempre la misma matraca,imposible razonar.bien, pues yo me cago en la cultura "anglocabrona" ,en la "new age" y en nuevo orden mumdial.Como decía Cela al respecto:"a los ingleses no les gusta, que maltraten a los animales, porque para eso ya están los negros". claro, con toda la retranca. Menos mal, que todavía nos quedará Francia que no se averguenza de sus raices, para ir a ver, una faena de Ponce o de José Tomás.¡Vivan los toros y muera el N.O.M. saludos a todos y buén finde

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo en casi todo. Yo tampoco simpatizo mucho con la cultura anglosajona, me confieso más bien francófilo. También de acuerdo en lo de abajo el nuevo orden mundial y por supuesto en lo de ¡vivan los toros! Por esta última razón es por la que simpatizo poco con Ponce o José Tomás. Las personas que se autodenominan matadores de algo, me inspiran bastante poca confianza, máxime cuando se hacen ricos en el ejercicio de semejante oficio. Pero como todo en esta vida, está sujeto a opinión. Con Cela por supuesto también coincido. El principio que justifica la tauromaquia es en sí mismo equivalente, siempre en mi criterio, al que sustentaban los esclavistas para con los negros, los nazis para con los judíos o los musulmanes para con las mujeres a las que mutilan en sus órganos sexuales: están para eso. Un saludo y feliz semana.

      Eliminar
  5. Otras que no habia escuchado, creo que soy una neofita musical! Feliz Viernes dando la nota!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tampoco es eso mujer. La música que suelo escuchar no se encuentra con facilidad en las radiofórmulas. Gracias por tu comentario. Feliz semana.

      Eliminar
  6. bueno , gracias por responderme, yo seguiré viendo a josé tomás siempre que pueda. como tu dices para gusto los colores y respeto tus opiniones . son formas de ver las cosas. un fuerte abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más heterodoxo