Kutxi Romero. Si no mata, no lo vivas. #VDLN 113.


Fin de ciclo. Si dejamos de creer en calendarios ideados de espaldas a lo natural, cada nuevo año se inicia con el verano, el genuino reino de los cielos. Lo demás son ganas de mantener el negocio de la tradición religiosa. Atrás quedaron 365 alternancias entre el día y la noche, una docena de lunas, proyectos que concluyeron en éxito o en fracaso, y una colección de sueños inacabados que jamás sabremos dónde hubieran arribado. En unos casos por decisión propia, en otros, los más, por voluntad de ese cúmulo de circunstancias que se nos vienen ajenas y que llamamos destino en culpable declaración de inocencia. 



Frente a las costumbres de estas fechas, nunca fui de hogueras, ni de fuegos purificadores, porque a parte de a mí, nunca tuve nada que quisiera quemar. Me confieso apresado por una especie de disposofobia sentimental. Lo guardo todo. Recortes de prensa con ilustres partidas de ajedrez, aunque sepa de cierto que no volveré a jugar; antiguos libros, porque algo hay que escuchar; discos viejos, para cuando me quede sin nada que leer; y un baúl de sentimientos, por si aparece alguien que se deje amar.

En el balance personal, luces y sombras. Como en el de todas, supongo. Lo recordaré como el año de mis Abismos, en el que volví a publicar con cierto éxito, si entendemos por tal el escribir lo que deseas y el que lo lean aquell@s a quienes de verdad puede interesar. El año en que mi salud dijo basta, me temo que sin vuelta atrás; el del poner al trabajo en su lugar sin echar cuentas; el de soñar mil veces y mil una despertar... y el del disco del Kutxi Romero.

En estos tiempos de esclavo-comercio, hacen falta genitales para grabar un manojo de poemas y cocinarlos a la acústica, sin más salazón que la rota garganta de la voz de la Marea. Abre con Vengo del mercado, un ejercicio de arqueología personal, una prospección hacia aquello de lo que nos sentimos consecuencia. Un tema que escuché hasta el infinito, con el reproductor en modo replay, todo lo que cabe en una de esas madrugadas en las que no sabemos que hacer con nosotros. Si sustituimos las referencias geográficas, un corte con el que me identifico hasta en las pausas.

Vengo huyendo de los que enterraron el romance del amargo.
Vengo a que me dé el viento del pueblo que Miguel supo soplar.
Vengo de subir con la marea a encallar entre tus brazos.
Vengo repleto
de soledad.




Será por ese ataque de decrecentismo que padezco en los últimos meses, pero el disco de Romero se me antoja integrante de los de mi especie. Exigimos demasiado a la vida, hasta caer en el vicio imperdonable de ocultar lo bueno. Reclamamos salud; bienestar; adorables compañeros de oficio; un curro bien pagado que no sea ni mucho ni poco y encima que nos guste; vecinos agradables; amigos fieles, con la locura necesaria para divertirnos en las noches de fiesta y con la sensibilidad imprescindible para estar ahí, cuando saben que hacen falta. Exigimos hijos obedientes en la mesa, pero insumisos ante la injusticia y que además estudien (y mucho) algo de provecho con lo que presumir cuando se juntan los primos. Exigimos parejas que nos adoren, resultonas, con alma de artista pero solo practicantes en horario de oficina; independientes para con el resto, pero esclavas a nuestras demandas.

Caminamos ignorantes de que la felicidad no consiste en poseerlo todo y todo a nuestro agrado, sino en aprender a gozar de lo mucho que se nos ofrece; a valorar las intenciones por encima de los resultados; a no reclamar imposibles como quien pide tabaco. Me niego a semejante desatino, por personal experiencia...

Pediré un dedo de ruina,
por favor con dos de hielo.
Y el futuro de una pompa
de jabón con agujeros.



A riesgo de resultar presuntuoso, creo hallarme cursando con notas decentes esa compleja asignatura. No preciso más que lo necesario para pagar mis cuentas que tampoco son gran cosa, un rato para leer, un trozo de semana para convertir en papel mis locuras, un pedazo de día en el que pensar despacio, una colección de utopías por las que jugarme la vida que para eso es nuestra y, puestos a reclamar, alguien que desde el respeto intercambie con pasión unos sacos de afecto. Igual me pilló el fin de curso sin terminar el programa, pero queda lo que quede para estudiar lo que falta. Reconozco que, aunque de santa madre, siempre fui un Malnacido



Y así hasta diez trozos de alma, diez rugidos, diez esperanzas que concluyen con un ruego a la nostalgia: No me beses en la boca. Un precioso tema amargo que termina con la frase que da título al disco: No soy de nadie. La historia de un ser, prisionero de sí mismo, al que nunca le salen las cuentas después de volar, quizá porque de tanto mirarse, olvidó mirar a los demás. Él se lo pierde. Como diría el Kiko Veneno, es bonito saber que no hace falta tener razón.



Espero que les gusten los temas del Kutxi. En mi discutible criterio, lo mejor parido en el año que ahora se despide. Son duros, pero entusiasman. Como se leía en su más reciente poemario (porque ante todo es poeta): 

Si no duele, no lo cantes; 
si no sangra, no lo escribas; 
si no mata; no lo vivas. 

Gracias por soportarme. La semana próxima iniciaremos la sesión veraniega. Mientras el ánimo y la actualidad nos lo permitan, mostraremos una colección de canciones que por diversas causas no debieran gustarnos, pero nos encantan. Nada de bochornos ocultos ni de esos secretos inconfesables, tan de moda en esta comunidad de sonidos que llamamos Viernes dando la nota. La enseñaremos con absoluta desvergüenza. No seremos los primeros en querer lo que nos daña.

Feliz año nuevo. Que lo gocen, hasta donde se deje, con salud, libertad y unas gotas de locura. Las tres... son necesarias.

Para ver las reglas y las canciones propuestas por el resto de participantes en este juego de blogs, pulse el botón.



Comentarios

  1. Tienes razón es un discazo. Últimamente, me da una vuelta al cuerpo cada vez que te leo, cómo llegas cab... Hoy te veo de principio a fin reflejado en el texto: si no mata, no lo vives. Hasta que alguna vez, algo te mate de verdad. Por cierto, soplas precioso el viento del pueblo. Muaks.

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    1. Me alegro que te guste. De momento vamos sobreviviendo. A veces de milagro, pero como solía decir un amigo de tu tierra, lo importante es contarlo. Feliz semana.

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  2. No sé que me gusta más, si el disco o tu texto. Gracias por ambos. Feliz año wapo. Aunque seas raro de narices, te lo mereces.

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    1. A mí el disco, sin duda. Ya estamos con las rarezas. Feliz año que tú también te lo mereces..

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  3. excelente texto, como siempre.Por lo que he leído estuviste enfermo o pasaste una grave crisis y creo,que ha modo de catarsis te ha servido para madurar, para ver la vida de modo diferente. A mi también me pasó y sigo madurando como un niño.Solo hay una cosa que no me gusta:eres autodestructivo ¿quemarte tú? ¿hijo de malamadre?, serás como yo, mas bien maldito, en el buén sentido.Bueno puestos a quemar, que se qumen ellos y como tú dices, necesitamos poco para ir pasando la vida. Por mi parte te mando sacos de afectos sinceros

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    1. Aciertas, estuve enfermo, estoy y estaré. No mata, pero duele bastante y no tiene apaño. Y en efecto he pasado una crisis severa que he intentado aprovechar para ordenar la habitación y colocar las cosas. No sé si en su sitio, pero con alguna excepción que nada es perfecto, está casi todo y casi todo está en el lugar que me gusta. Gracias por esos sacos de afecto.Feliz semana.

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  4. Perdona mi atrevimiento Rafa me olvidaba.Me gustaría, si para ti no es minguna molestia leyeses el comentario que que hice dias atrás de tu texto "reunión de castores ovejas muertas" y me respondieses aunque fuera de forma somera.Precisamente viene a cuento hoy por la salida de inglaterra de la U.E. mil gracias anticipadas

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  5. La música, buena. Tu texto, mejor. Lo que nunca entenderé de los artistas (y tú lo eres y no solo con las palabras que a mi no me lo vas a contar) es por qué necesitáis pasarlo tan jodidamente mal, para crear tan jodidamente bien. En fin que poco a poco vayas escribiendo un poquito peor. Besos.

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    1. Me alegro que te guste, pero que más quisiera yo que poderme llamar artista y tampoco necesito pasarlo mal. A veces las cosas se tuercen, te cabreas (cada cual a su modo) y a tirar, pero no lo considero fuente de inspiración. Si eres quien creo que eres, sabes bien que de natural ante la adversidad suelo reaccionar más con ironía que con tristeza, lo que dicho sea de paso me suele ocasionar algún disgusto. Me temo que no doy el papel. Besos. Feliz semana.

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  6. Justo hoy me venia muy bien estas letras y esta música. Sobre todo "Malnacido" me ha parecido una gran joya que vuelvo encontrar en tu blog: Yo que muero cada día , resucito en tu alegría... Buena semana y Salud!

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    1. Me alegro que te sirvan. Para eso están los VDLN, para aderezar de colores una vida que no siempre se deja. Feliz semana. Salud.

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  7. Gracias, no te preocupes ,al fin y al cabo es hablar de trabajo. quedas excusado de contestarme. un abrazo y perdón por mi atrvimiento

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  8. Gracias, no te preocupes ,al fin y al cabo es hablar de trabajo. quedas excusado de contestarme. un abrazo y perdón por mi atrvimiento

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