Tuxedomoon. In a manner of speaking. #VDLN 126

Ni siquiera recuerdo a quién se la escuché, dónde la leí por vez primera o cuándo inventé una de esas frases que por razones siempre ignoradas convertimos en himnos malditos de nuestra existencia. Culpa de la edad, supongo, o de ciertas medicaciones que con desquiciante parsimonia vamos retirando de la dieta, o tal vez de una memoria que, selectiva en lo pésimo, solo reconstruye lo que merece el olvido. Tampoco importa, con independencia de la autoría “ninguna persona puede ser nada diferente a aquello en lo que cree con pasión”.


Lo comprendí pronto, en los primeros ochenta, en plena fiebre de ese punk tardío que llegó a España tras la muerte de un tipo de poca talla y mucha mala hostia que se apropió del Estado durante cuatro décadas. Vaya pintas. Consumíamos medio sueldo en repulsivos ungüentos para mantener más o menos erectos los cabellos. Aunque ni mis hijos lo crean, por entonces aún subsistían. Sin abandonar del todo la enfermiza adicción a los Clash, a los Ramones o a aquella dama negra que con nombre de tribu india centraba buena parte de mis sueños eróticos de la época (Sioxie Sioux), unos yanquis exiliados en la Europa continental me sonaron a genios malditos desde la primera nota. Como las obras de Beckett o los poemas de Juan Ramón, “a la minoría, siempre”.

Fieles a su denominación comercial, los concebía una especie de underground con esmoquin. Críticas excelsas y ventas ruinosas para una banda oscura, poética, tan atemporal como inclasificable, con el mérito de haberse mantenido más de treinta años a la vanguardia de las vanguardias. Cuando escuchabas algo que intuías diferente, ellos ya lo habían compuesto hace diez años. Ellos, siempre ellos, como mis anhelos eternos, como las hembras con las que en algún momento compartí vida, como los versos de Miriam Reyes, como el hiperrealismo macabro de Gottfried Helnwein, como el teatro de los sueños del lobo estepario, como tú, como todo lo que en mi personal orden de valores merece el privilegio de vivirse... “no para cualquiera”. In a manner of speaking, Tuxedomoon. Por así decirlo, la canción más bella; mi modo predilecto de ejercer el ingrato personaje de antisistema.

Por así decirlo,
solo quiero decir que nunca olvidaré la forma
en que me dijiste todo sin decirme nada.

Por así decirlo,
no comprendo como se reprime el amor en el silencio.
Pero lo que por ti siento va más allá de las palabras.

Oh, dame las palabras.
Dame las palabras que no me dicen nada.
Oh, dame las palabras.
Dame las palabras que me lo dicen todo.

Y por así decirlo, la semántica no sirve.
En esta vida que vivimos nos las tenemos que arreglar por nuestra cuenta.
Y nuestros sentimientos tengan que ser quizá sacrificados.

Por así decirlo,
solo quiero decir que al igual que tú,
quiero encontrar el modo de decirlo todo sin decir nada.
Oh, dame la palabra.



Aunque deprimido por la escasa repercusión comercial de su obra, Wiston Tong - el primer vocalista -, los abandonó pronto para centrarse en otras actividades menos frustrantes; Steve Brown y Blaine Reininger continuaron su carrera hasta completar diez discos de estudio, cada vez más espaciados en el tiempo, pero conservando esa aureola de rebeldía cultureta que aún exhiben en las giras. Para quienes decidan profundizar en una de mis pasiones más explícitas, les dejo otro par de cortes: The Waltz e In Heaven. Otros dos títulos con aroma a militancia minimalista, quizá difíciles de escuchar, y poco aptos para convertir en llevadera la doméstica labor de planchar camisas. Como casi todo lo que merece la pena, exigen calma, sofá, cierto gusto, espíritu abierto, quizá algo con lo que intoxicarse un poco y una compañía sin vértigo a volar hasta donde el viento nos conduzca. Muy adecuados para este tiempo de otoño cálido que septiembre nos obsequia.





Tuxedomoon volverán sin duda a la isla musical de los viernes porque, aunque a veces nos empeñemos (y hasta nos empeñen) en lo opuesto, “ninguna persona puede ser nada diferente a aquello en lo que cree con pasión”. A estas alturas... tampoco apetece. Esta vez sin demasiada confianza, espero que les gusten. Feliz #VDLN, feliz semana. Salud y libertad.

Para ver las reglas y las canciones propuestas por el resto de participantes en este juego de blogs, pulse el botón. 




Comentarios

  1. Adicta total a tus VDLN. Cada semana un descubrimiento y unas frases para coleccionar. Gracias. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque yo encontraría cosas bastantes mejores a las que volverme adicto, muchas gracias Emma. Besos

      Eliminar
  2. No los conocía, unas frases muy bonitas.
    Feliz viernes dando la nota!!!

    ResponderEliminar
  3. Hoy no he podido escuchar enteras las canciones recomendadas, tengo el ánimo al contrario, totalmente diferente a éstos temas. Volveré cuando cambie el chip.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro en lo del ánimo. No tenga prisa en cambiar el chip. Gracias por comentar.

      Eliminar
  4. El último, el de In Heaven, me suena de algo, le he escuchado antes, no sé donde pero al menos ya se a que grupo pertenece. Feliz VDLN!

    ResponderEliminar
  5. Rafa, me ha gustado lo de militancia minimalista. Tal como andan los tiempos, hay que minimizar muchas cosas.

    Feliz #VDLN

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Artística y vitalmente, adicto al minimalismo. Las amistades cuando llegan a casa por primera vez piensan que me estoy mudando. Gracias por comentar.

      Eliminar
  6. No los conocía, nunca los había escuchado y jamás los escuché nombrar; pero me encantan. Desde ya, van para mis listas de reproducción.
    Gracias sinceras por el descubrimiento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que los vdln sirvan para algo. Gracias por el comentario.

      Eliminar
  7. Pues se agradece estos sonidos, suenan muy bien! Buena semana!

    ResponderEliminar
  8. Fantásticos... Sí que son de sofá y tiempo, y también otoño, que empieza hoy... Me han encantado aunque la melancolía es pegajosa!! Feliz semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Habrá que hacer lo posible por despegarnos de la melancolía. Gracias por comentar.

      Eliminar
  9. Hacía ya unos días que había programado mi entrada porque sabía de tener el tiempo muy limitado... y una vez más hemos coincidido. Como te respondí en mi entrada, yo escucho de todo, y no sé mucho de nada... para mí la música, como cualquier manifestación de arte, me llega o no... esta banda no la conocía y me encantó hacerlo aquí... la primera canción me "toco"... (será que también me fijo mucho en qué dicen las canciones...)

    Buen inicio de semana, besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece que o nos ponemos de acuerdo o nuestros gustos y estados anímicos viajan paralelos. Para mi la primera canción es un himno, incluso por razones personales. Besos.

      Eliminar

Publicar un comentario

Lo más heterodoxo