Jon Gomm. Pasionaria. Vdln 38

Creo que el mayor defecto de la especie humana es la falta de confianza en sí misma. Cuando algo no marcha, y no marcha casi nunca, buscamos soluciones en la política, en el Estado o en “la sociedad”; o fabricamos dioses que nos marquen sobre la nieve virgen las huellas de la ruta a seguir. Caminamos en la vocacional ignorancia de que esos inventos nunca resolverán los problemas, porque constituyen una parte indisoluble de ellos. Los convertimos en excusa para ese miedo social, para esa cobardía colectiva, que nos inyectaron en vena a través de la educación. Todo menos asumir responsabilidades, menos mirar hacia nuestro interior y descubrir que allá en lo más profundo, entre esa masa encefálica de repugnante aspecto, se esconden quizá, todas las respuestas.


Un ejemplo musical de la parrafada anterior, lo hallamos en Jon Gomm. Virtuoso guitarrista británico que harto de repetir las sendas balizadas, decidió explorar la suya. Buena o mala, pero propia. Nada del clásico formato de guitarra, bajo y batería. Nada de estéticas preconcebidas. Un hombre solo contra el mundo, resulta suficiente cuando el talento se alía con la personalidad. Un hombre solo que descubrió que un solo hombre puede sonar mejor que toda una banda.

 


No se que me gusta más de esta Passionflower que les regalo en el último viernes del año. Si la composición o esa forma de interpretar, variando en directo la afinación de las cuerdas en su electroacústica. En lugar de la caja, pulsa en el mástil logrando un sonido tan espectacular como privativo. Con una guitarra y unas buenas dosis de talento, recrea a la vez ecos de batería, increíbles líneas de bajo y elabora las cadencias. Los altos armónicos los dedica a provocar efectos de sintetizador que acompañan a una voz que en nada desmerece el conjunto. No lo encontraremos en grandes escenarios, ni en las insufribles listas de éxitos prefrabicados con los cuatro acordes de siempre. En consonancia con su modo de entender la creatividad, solo sirve a promotores independientes para los que actúa en pequeños locales. A lo tonto, ha publicado ya tres discos que parecen tres joyas. Espero que les guste.

Para lo que queda del año que agoniza y para todo el que empieza en unos pocos días, les deseo que como Gomm hizo con su música, encuentren el modo adecuado de interpretar la vida, buscando en el interior lo mejor de sí mismos. Lo expreso con tres términos que para mí resultan sinónimos: salud, libertad y felicidad a todas.