El niño que nació viejo

Según me cuentan
nací
calvo y sin dientes
con la frente arrugada
las ilusiones marchitas
haciendo cola
para el siguiente turno de lavado.
Las patas de gallo
y la vista cansada
siempre fueron mías.
Inseparable de por vida de unas gafas.
A los pocos meses
empecé a desarrollar lumbalgia.
Comencé a afeitarme al año y medio
una barba muy larga y muy blanca.
Las heridas
esas sí
me las hicieron.

Comentarios

  1. Lo guardé porque me gustó. Intentando acabar con el caos de mi ordenador, me lo encontré. Y me encantó, otra vez me encantó. Ojalá se tuviera tiempo para disfrutar de la poesía.

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    1. Me alegro de qe así sea. Ojalá tuviéramos, simplemente tiempo. Gracias por leer

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