Scars on Broadway. Whoring Streets. Vdln 46

Por esa adicción a las palabras adquirida en la juventud, tiendo a resumir en frases mis maneras de mirar el mundo. Las uso a modo de recordatorios de agenda, quizá para ordenar una cabeza tan propensa a la confusión, como un concejal de urbanismo a las comisiones. Cuando las cosas se complican, y suelen complicarse casi siempre, extraigo de la memoria ese conjunto de letras que me auxilian en el difícil oficio de la supervivencia.

Una de las reinas de ese particular ranking consiste en afirmarme que todo mal posee su lado bueno, su conclusión positiva para convertir la desgracia en oportunidad. Supongo que será ese modo freudiano de universidad de pago, con que una buena amiga traduce el castizo “no hay mal que por bien no venga”. Un contratiempo personal, la sucesión de despropósitos sociales con que cada día nos obsequia esta realidad absurda y hasta una enfermedad, pueden transformarse en aliado si aprendemos a mirar. Todo conflicto, todo fracaso, toda situación desesperada se vuelve el principio de un nuevo tiempo. En nuestra voluntad, se encuentra la alquimia necesaria para transformarlo en algo mejor.



Cuando System of a Down anunció en 2006 el inicio de unas vacaciones indefinidas, a miles de fans se nos cayeron los astros sobre el cuarto de baño. Serj Tankian emprendió carrera en solitario pariendo tres discos para la historia: Elect the death (2006), Imperfect harmonies (2010) y Harakiri (2011). Daron Malakian (guitarra y voz) y John Dolmayan (batería), formaron Scars on Broadway para aflorar su rostro más melódico, alejados de la brutal sensibilidad propia de la marca SOAD. Este directo de su Whoring Streets... de colección. Una intro de 2:40 en la que John demuestra que, quizá tras Portnoy, es el tipo que mejor acaricia una batería. El guitarreo de Daron para examen de conservatorio. La parte vocal, junto a un texto cuidado, poético e ingenuo, made in System, entusiasma. Como el teatro de los sueños del lobo estepario: "no para cualquiera".

Para quienes pretendan profundizar en el universo Scars on Broadway, acompaño otro par de enlaces, casi al azar. Su álbum homónimo derrocha tanta calidad que cualquier corte nos sirve. Elegí Enemy:



Y 3005, quizá mi favorita.



Mientras me repito mil veces que todo mal posee su lado bueno, les dejo con estos californianos de origen armenio, con quienes coincido en mucho más que en gustos musicales. Espero que resulten de su agrado. Buen viernes, feliz finde, feliz semana. Salud y libertad a todas.