Mikel Eretxun. En algún lugar #VDLN 75.

Sus primeros éxitos me pillaron en esa parte de los ochenta que empezaba a convertirse en adversaria. Los percibía blandos, un poco cursis y hasta memos para mis gustos de entonces. Quizá comerciales, un horrible término diseñado por algún envidioso para ofender triunfos ajenos y reconocerse erudito. Supongo que como todos, acabé hasta las pestañas de aquellas Cien gaviotas de destino incierto.

Imagen: Rafa Hernández

Pasaron los años y a su ritmo incesante pasamos también nosotros. En ese trayecto sin billete de regreso, sin otro destino que la nada infinita, descubrimos la necesidad de inventar un lugar como el que este vasco de Caracas describe en el tema que hoy convertimos en excusa. Un sitio, mejor un tiempo, en el que el sol no agreda nuestra piel con quemaduras, en el que nacer no suponga de modo necesario una sentencia a prisión perpetua, en el que las personas nos parezcamos a lo que parecemos, en el que la tristeza se extinga por destrucción de su hábitat natural y, metidos en sueños, un espacio donde el amor no se reduzca una placentera práctica de camas o ascensores, según preferencias. Que lo derrochemos en cada gesto hasta que se gaste, como si ese perfume de precio prohibitivo estuviera de oferta permanente en El Corte Inglés.



Lamento haber discutido con la inspiración y, quizá por las secuelas de un martes de septiembre en Tordesillas, confesarme incapaz de escribir unas letras decentes para acompañar En algún Lugar a Mikel Eretxun. La canción y el tío lo merecen. Otra vez será.

Buen #VDLN , feliz semana. Salud y libertad.

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