Parquets Courts. Colocado y hambriento. Vdln 26
Dos de los rasgos más característicos de la sociedad en que vivimos, se identifican con una tristeza próxima al fatalismo y un desmedido afán en destronar a los ídolos. La primera la justifico por este fin de era que llamamos crisis. Todo va mal, todo se muestra horroroso. Da miedo saludar por la calle a un conocido. Preguntas “qué tal”, así como por cortesía y ... te cagó el palomo. Es un terminar la charla y pedir cita de urgencia en el psicólogo.
A la segunda no le hallo explicación alguna. Basta que Nadal pierda un set o que a Gala se le cuele una errata en un artículo, para que ambos se enfrenten a la guillotina mediática. Si Gasol falla un tiro libre... la edad no perdona, está acabado. Si mi Aleti empata un partido, Simeone no sirve y el fin del cholismo –el fútbol es una factoría inagotable de términos estúpidos- se encuentra próximo. La magnificación del absurdo, el espíritu de Sálvame, parece poseer todas las almas.
La música no escapa a semejante maleficio. A diario escuchamos idéntico discurso: ya no se hacen canciones como las de los ochenta, no se venden discos, no hay conciertos, todo suena repetido... Al punk, al canto libertario en su versión eléctrica, lo llevamos enterrando desde que a la madre de Sid Vicius, se le ocurrió terminar con la vida de su hijo. Y sin embargo, como cantaban los Exploited, Punk's not dead.
Lejos del éxito de masas de bandas como Offspring o Green Day, Andrew Savage (voz y guitarra), Austin Brown (también voz y también guitarra), Sean Yeaton (bajo) y Max Savage (batería y hermano de Andrew), decidieron en 2010 publicar su primer álbum. Lo bautizaron como American Specialties y lo parieron en serie limitada con formato cassette de las de antes. La falta de medios y una indisimulada vocación por alejarse de lo establecido, se disputan la autoría de tan extraños modales. No lo petaron, pero se ganaron el reconocimiento necesario para lanzar en condiciones su segundo trabajo (Light up gold, 2012).
Neoyorkinos como los Ramones, pero más próximos por voluntad y estructura a los primeros Clash, Parquets Courts insuflan aire fresco al desabrido panorama musical y derogan por decreto zapatista los dos vicios sociales con los que empezábamos esta entrada. Sus textos, tan ingénuos y tan humanos como los de Joey Ramone, se alían con ritmos brutales y con una depurada técnica instrumental que pone en entredicho la célebre consigna de nuestro querido Julián Hernández (Siniestro Total). Aquello de que el punk, para que suene bien, hay que tocarlo mal.
Los Courts constituyen en si mismos una revolución. Nada de crestas, ni de esos pelos de punta con los que todos alguna vez hemos abrazado el ridículo. Se expresan solo con sus músicas y con una puesta en escena en la que dejan el alma.
Y como en toda revuelta existe un himno, el suyo lo compusieron para el citado Light up gold y lleva por nombre Stoned and starving; el tema que hoy presento. La canción no es nada, pero describe su modo de enfrentarse al mundo. Entre tanto aburrimiento cultureta, entre tanto tertuliano sabiondo, entre tanta dosis de pesimismo institucionalizado; esa perfecta descripción de un paseo por un parque, colocado y hambriento, nos devuelve la idea de que vivir, resulta tan sencillo como disfrutar sin rubor de lo que se nos ofrece. Su lamento espontáneo y rabiosamente juvenil, nos recuerda que más importante que comprar la casa de nuestros sueños, es encontrar el modo de realizarlos. Ellos lo consiguen con sus canciones. ¡Qué envidia!
Si son capaces de escuchar Stoned and starving sin mover un solo dedo, tómense el pulso y acudan tan pronto como puedan a las urgencias del hospital más próximo. Es grave.
Para una mejor exploración del territorio Parquet, Master of My Craft nos regala un sonido cercano a los mejores momentos de Bad Religion, aunque con el respeto debido a ese ritmo Ramones, tan característico de la banda.
En su tercer trabajo, Sunbathing Animal (2014) nos recuerdan la evolución de Strummer y los suyos. Crecen las armonías, las pausas, junto a textos de una temática comprometida por instantes con los movimientos sociales. Instant Disassembly es un buen ejemplo de ello.
Parquets Courts, dinamita perroflauta para un mundo que, probablemente, merece saltar por los aires. Espero que les gusten. Sean felices. Como cada viernes... disfruten del finde con salud y libertad.
A la segunda no le hallo explicación alguna. Basta que Nadal pierda un set o que a Gala se le cuele una errata en un artículo, para que ambos se enfrenten a la guillotina mediática. Si Gasol falla un tiro libre... la edad no perdona, está acabado. Si mi Aleti empata un partido, Simeone no sirve y el fin del cholismo –el fútbol es una factoría inagotable de términos estúpidos- se encuentra próximo. La magnificación del absurdo, el espíritu de Sálvame, parece poseer todas las almas.
La música no escapa a semejante maleficio. A diario escuchamos idéntico discurso: ya no se hacen canciones como las de los ochenta, no se venden discos, no hay conciertos, todo suena repetido... Al punk, al canto libertario en su versión eléctrica, lo llevamos enterrando desde que a la madre de Sid Vicius, se le ocurrió terminar con la vida de su hijo. Y sin embargo, como cantaban los Exploited, Punk's not dead.
Lejos del éxito de masas de bandas como Offspring o Green Day, Andrew Savage (voz y guitarra), Austin Brown (también voz y también guitarra), Sean Yeaton (bajo) y Max Savage (batería y hermano de Andrew), decidieron en 2010 publicar su primer álbum. Lo bautizaron como American Specialties y lo parieron en serie limitada con formato cassette de las de antes. La falta de medios y una indisimulada vocación por alejarse de lo establecido, se disputan la autoría de tan extraños modales. No lo petaron, pero se ganaron el reconocimiento necesario para lanzar en condiciones su segundo trabajo (Light up gold, 2012).
Neoyorkinos como los Ramones, pero más próximos por voluntad y estructura a los primeros Clash, Parquets Courts insuflan aire fresco al desabrido panorama musical y derogan por decreto zapatista los dos vicios sociales con los que empezábamos esta entrada. Sus textos, tan ingénuos y tan humanos como los de Joey Ramone, se alían con ritmos brutales y con una depurada técnica instrumental que pone en entredicho la célebre consigna de nuestro querido Julián Hernández (Siniestro Total). Aquello de que el punk, para que suene bien, hay que tocarlo mal.
Los Courts constituyen en si mismos una revolución. Nada de crestas, ni de esos pelos de punta con los que todos alguna vez hemos abrazado el ridículo. Se expresan solo con sus músicas y con una puesta en escena en la que dejan el alma.
Y como en toda revuelta existe un himno, el suyo lo compusieron para el citado Light up gold y lleva por nombre Stoned and starving; el tema que hoy presento. La canción no es nada, pero describe su modo de enfrentarse al mundo. Entre tanto aburrimiento cultureta, entre tanto tertuliano sabiondo, entre tanta dosis de pesimismo institucionalizado; esa perfecta descripción de un paseo por un parque, colocado y hambriento, nos devuelve la idea de que vivir, resulta tan sencillo como disfrutar sin rubor de lo que se nos ofrece. Su lamento espontáneo y rabiosamente juvenil, nos recuerda que más importante que comprar la casa de nuestros sueños, es encontrar el modo de realizarlos. Ellos lo consiguen con sus canciones. ¡Qué envidia!
Si son capaces de escuchar Stoned and starving sin mover un solo dedo, tómense el pulso y acudan tan pronto como puedan a las urgencias del hospital más próximo. Es grave.
Para una mejor exploración del territorio Parquet, Master of My Craft nos regala un sonido cercano a los mejores momentos de Bad Religion, aunque con el respeto debido a ese ritmo Ramones, tan característico de la banda.
En su tercer trabajo, Sunbathing Animal (2014) nos recuerdan la evolución de Strummer y los suyos. Crecen las armonías, las pausas, junto a textos de una temática comprometida por instantes con los movimientos sociales. Instant Disassembly es un buen ejemplo de ello.
Parquets Courts, dinamita perroflauta para un mundo que, probablemente, merece saltar por los aires. Espero que les gusten. Sean felices. Como cada viernes... disfruten del finde con salud y libertad.
Oh! Menudo descubrimiento!! No los conocía, pero me han dejado 'el culo torcío', como diría el chanante Julian López! Me los anoto en el grooveshark para machacármelos!
ResponderEliminarLa primera es una pasada, cruda y contagiosa, y la última es muy buena también. Pero me quedo con el 'Master of My Craft' y su toque... casi surfero. Sí que suenan californianos ;)
Gracias por descubrirmelos. Buen finde!
Los temas me gustan, lo sabes. Pero sobre todo me gusta la forma que tienes de expresar las cosas. Cada día creces con las palabras. Transmites. Espero que saques el tiempo de donde puedas para esos proyectos que te hacen feliz.Tómatelo en serio, tío.
ResponderEliminarQué razón tienes. Puedes hacer un millón bien, pero lo que queda es que un día no te salió del todo bien. y gracias por remover mis principio musicas, porque a mí el punk no me gusta o no me gustaba... no sé ;)
ResponderEliminarQue manera de describir la realidad!! Vaya manera de escribir!! Necesitamos mas compromiso en letras como estas! Feliz semana!
ResponderEliminarQué crónica!! estupendísima! gracias!
ResponderEliminary que temazos! no lo conocía, son buenísimos!
Saludos!
Pero qué pedazo de curro os pegáis algunos con el VDLN!!!! Muchas gracias por compartir tu sabiduría musical, se agradece. Disfruta del finde. Un abrazo.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo en la explicación del principio..yo ya tampoco pregunto como van las cosas. en cuanto a la música , jijiji yo hoy estoy en plan romanticón..feliz finde!!
ResponderEliminarGracias a todos. Me alegro que en unos casos la música y en otros el texto, haya resultado de vuestro agrado. Buen finde
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