Sophie Hunger. La mujer más bonita del mundo. Vdln 28
Confieso que por vez primera, me sentí adscrito al sector moderado de un grupo. Tras el subidón indignado del último VDLN, toca recuperar la pausa, estacionar lamentos y disfrutar un rato de los muchos placeres que la vida nos ofrece. Por ejemplo, la música; por ejemplo, Sophie Hunger.
En la infancia hizo buena la famosa frase de Julio Camba, aquello de que en Suiza no hay suizos y que solo se adquiere tal condición, lejos del país alpino. Nacida en Berna, residió primero en Londres, después en Bonn, para asentarse al final en Zurich. Disfrutó de sus primeros años bajo el influjo de dos rasgos paternos que enriquecieron su carrera: la profesión diplomática (de ahí la itinerancia a lo Willy Fog) y la adicción al jazz. Tras esa imagen de empollona de colegio caro, se esconde una mujer que domina cuatro idiomas (inglés, francés, alemán e italiano) y un conjunto de instrumentos tan dispares como las teclas, la guitarra, la armónica y … la voz. Su afición a la literatura se nota en unos textos cuidados, repletos de referencias líricas.
No sabría adscribirla a género concreto. Solo se me ocurre un vocablo: calidad. Tras el examen del tribunal médico, asumo la incapacidad permanente absoluta de quedarme con un solo tema. La presento en entregas, como aquellos coleccionables tan populares en los otoños de antes.
La primera: Souldier. Toda un bellezón. El poema se entiende no por similitud lingüística, como sugería la compañera valenciana el viernes pasado, sino por el abrigo de un vídeo -una preciosidad- que traduce el texto hasta emocionar. Por lo que cuenta y por lo que se intuye, traiciono mis costumbres. Prefiero la versión enlatada al directo. ¿A qué es bonita?
La segunda, My oh my, narra la desesperación por una de esas pasiones amorosas que ni se quedan ni se van. La relación con un ser que aflige nuestra vida, pero que nos mata de dolor si lo apartamos de ella. Una especie de réplica heidi del ni contigo ni sin ti. Hunger la aprovecha para impartir una clase de aritmética sonora; para resolver la diferencia entre interpretar y cantar a secas. De cárcel dimitir del último minuto.
En “Your personal religion”, exhibe sin pudor ese trastorno bipolar tan característico de su obra. Empieza como Annie di Franco y termina a lo Chuck Berry. La pieza en sí, se vuelve un canto contra el egoísmo; la religión personal de esos personajes que adornan su incongruencia con papeles de laboratorio. Unos, diseñados para vender más discos; otros, para captar más votos, para recolectar fieles o simplemente, para saciar caprichos a costa del sufrimiento ajeno. Frente a ellos, Sophie promete no dejar nunca de cantar. Espero que lo cumpla.
De cierre, un modelo de como se versiona un clásico. A partir de unas pocas notas de una vieja composición, creo sin certeza que de Chet Baker, modifica las melodías (también los textos) hasta conseguir que huela a nuevo conservando la esencia.
A estas alturas, se preguntarán a que viene el título de esta entrada. Lamento defraudar a quienes, conociéndome, esperaban un completo repertorio de Rosenvinge. Eso lo aplazo para otro viernes. Todo es más simple. Primero la bauticé como Mío o mío, el tema que más me llega, hasta que aterrizó en la memoria una de mis frecuentes meteduras de pata.
Sucedió la única vez que he podido disfrutar de la suiza en vivo. Como a mitad del espectáculo, una profesional de este mundillo...
– ¿Qué te parece? –
La sinceridad, junto a la torpeza con que suelo expresarme, me jugaron una mala pasada. Sin un instante de duda, respondí que la mujer más bonita del mundo. En legítima defensa ante tan culpable falta de tacto, percibí una cierta incomodidad :
En la infancia hizo buena la famosa frase de Julio Camba, aquello de que en Suiza no hay suizos y que solo se adquiere tal condición, lejos del país alpino. Nacida en Berna, residió primero en Londres, después en Bonn, para asentarse al final en Zurich. Disfrutó de sus primeros años bajo el influjo de dos rasgos paternos que enriquecieron su carrera: la profesión diplomática (de ahí la itinerancia a lo Willy Fog) y la adicción al jazz. Tras esa imagen de empollona de colegio caro, se esconde una mujer que domina cuatro idiomas (inglés, francés, alemán e italiano) y un conjunto de instrumentos tan dispares como las teclas, la guitarra, la armónica y … la voz. Su afición a la literatura se nota en unos textos cuidados, repletos de referencias líricas.
No sabría adscribirla a género concreto. Solo se me ocurre un vocablo: calidad. Tras el examen del tribunal médico, asumo la incapacidad permanente absoluta de quedarme con un solo tema. La presento en entregas, como aquellos coleccionables tan populares en los otoños de antes.
La primera: Souldier. Toda un bellezón. El poema se entiende no por similitud lingüística, como sugería la compañera valenciana el viernes pasado, sino por el abrigo de un vídeo -una preciosidad- que traduce el texto hasta emocionar. Por lo que cuenta y por lo que se intuye, traiciono mis costumbres. Prefiero la versión enlatada al directo. ¿A qué es bonita?
La segunda, My oh my, narra la desesperación por una de esas pasiones amorosas que ni se quedan ni se van. La relación con un ser que aflige nuestra vida, pero que nos mata de dolor si lo apartamos de ella. Una especie de réplica heidi del ni contigo ni sin ti. Hunger la aprovecha para impartir una clase de aritmética sonora; para resolver la diferencia entre interpretar y cantar a secas. De cárcel dimitir del último minuto.
En “Your personal religion”, exhibe sin pudor ese trastorno bipolar tan característico de su obra. Empieza como Annie di Franco y termina a lo Chuck Berry. La pieza en sí, se vuelve un canto contra el egoísmo; la religión personal de esos personajes que adornan su incongruencia con papeles de laboratorio. Unos, diseñados para vender más discos; otros, para captar más votos, para recolectar fieles o simplemente, para saciar caprichos a costa del sufrimiento ajeno. Frente a ellos, Sophie promete no dejar nunca de cantar. Espero que lo cumpla.
De cierre, un modelo de como se versiona un clásico. A partir de unas pocas notas de una vieja composición, creo sin certeza que de Chet Baker, modifica las melodías (también los textos) hasta conseguir que huela a nuevo conservando la esencia.
A estas alturas, se preguntarán a que viene el título de esta entrada. Lamento defraudar a quienes, conociéndome, esperaban un completo repertorio de Rosenvinge. Eso lo aplazo para otro viernes. Todo es más simple. Primero la bauticé como Mío o mío, el tema que más me llega, hasta que aterrizó en la memoria una de mis frecuentes meteduras de pata.
Sucedió la única vez que he podido disfrutar de la suiza en vivo. Como a mitad del espectáculo, una profesional de este mundillo...
– ¿Qué te parece? –
La sinceridad, junto a la torpeza con que suelo expresarme, me jugaron una mala pasada. Sin un instante de duda, respondí que la mujer más bonita del mundo. En legítima defensa ante tan culpable falta de tacto, percibí una cierta incomodidad :
– Hombre, la chica parece mona, pero creo que no da el papel.–
Por una vez, surgió sola la frase adecuada:
– Cierra los ojos, escucha y dime lo que ves –
Según creo, quedó convencida. Espero que ustedes también.
Buen finde. A disfrutarlo con salud y en libertad.
Por una vez, surgió sola la frase adecuada:
– Cierra los ojos, escucha y dime lo que ves –
Según creo, quedó convencida. Espero que ustedes también.
Buen finde. A disfrutarlo con salud y en libertad.
La verdad es que ha sido leer el título y pensar que ya está el brasas con la Chris. Ja,ja,ja. Que grande Hunger. Muy injustamente desconocida en España. Aunque hagas como que te gustan los Slipknot y el Marilyn Manson ... que sentimental eres tío. Bsssss.
ResponderEliminarMe gusta slipknot y el Manson. que se le va a hacer. Bsss
EliminarNo la conocía, menuda voz!!! El My oh my es tremendo! Me ha encantado ;)
ResponderEliminarMe alegro que te guste, aunque no la veía mucho en tu estilo habitual. Buen finde
EliminarComo siempre, descubriendo cosas nuevas. No hay viernes que no me dejéis maravillada con un nuevo artista. Muchas gracias ;)
ResponderEliminarUn beso y feliz fin de semana
Gracias a tí. Buen finde
Eliminarno la conocia, y me alegro mucho de descubrir cosas tan buenas como esta.
ResponderEliminarbesos.
Gracias. Buen finde.
EliminarPreciosa voz y vaya temas. Me pasó lo mismo que a Lari, vi el título y dije ya! Besote
ResponderEliminarLas apariencias engañan casi siempre. Te recuerdo que me debes unas cañas. Bsss
EliminarLa que más me ha gustado ha sido la primera. Las demas han puesto nerviosa a srtadiaz. Lo que no quiere decir que estén mal, jejeje
ResponderEliminarSi, es bonita.. Quien no ha necesitado un abrigo.
ResponderEliminar...buscare la letra, quiero seguir llorando