Matmatah. La cerise. Vdln 30

Recién llegados, nos entregan en adopción a padres imaginarios. Con una ducha de aguas santas, suplicamos perdón por el tipificado delito del nacimiento. Durante la infancia, vendemos el alma a cambio de un bocado divino y  decenas de regalos inútiles. Aprendemos que la felicidad se cuenta en caprichos. Luego, calientan la cuchara para diluir el miedo e inyectarlo en vena al estilo de los yonkis de antaño. Unas cuantas dosis resultan suficientes para convertirnos en adictos a la obediencia. Nos contagian la fe como aditivo inseparable de las ciencias exactas. Nos hacen malos, pecadores, egoístas... 

Vivan ustedes conforme a lo que crean. Están su derecho y nadie es quien para negárselo. Pero por favor, no me impongan los antojos de sus dioses. Desconozco si tras este mundo se oculta otro en el que tiempo y dolor se transforman en vagos recuerdos de la Tierra. No lo quiero saber. Si al final, no todo es negro, solo será La cerise, la guinda. 




Matmatah fue una banda de folk-rock activa desde el 95 hasta 2008. Al principio parecían una versión francesa de nuestro Mago de Oz. Tras un par de bandazos estilísticos, concluyeron próximos al espíritu Héroes del Silencio. En contra de lo común, su alineación titular permaneció casi inamovible durante todo el partido.  Tristan Nihouarn (Stan) en el papel de Bunbury. Cédric Floc'h (Sammy), un virtuoso a la guitarra,  y Eric Digaire, capaz de convertir el bajo en instrumento solista, completaban el núcleo duro. Solo para la batería emplearon las sustituciones que admite el reglamento. 

Salpicados desde siempre por la polémica, en el 2000 fueron juzgados por incitación al consumo de marihuana. Salieron más o menos bien, al precio de una respetable multa y de excluir del repertorio L'apologie, un temazo. Nada para las peticiones de un fiscal prisionero del concepto neogaullista de libertad. 

Las causas de la ruptura se muestran obvias. Al talento compositivo de Stan le resultaba imposible someterse a las fronteras del grupo. La despedida se volvió triste, pero nunca conflictiva. Se nota en los rostros serios del último concierto, al que pertenecen casi todos los vídeos de esta entrada. Sustituyeron por lágrimas, las peleas tan frecuentes en otros casos. Como debe ser. 

Dimitieron en lo más alto. Tras cuatro de discos de estudio y un directo, nos dejan para el recuerdo obras de arte como Emma,  Lambe an dro y Derrière ton dos. Si piensan que se trata de un conjunto de coñazos para amargarnos la vida, solo tienen que pulsar sobre ellos para convencerse de lo opuesto. Puede que en Francia destellen los semáforos en ámbar a las seis de la tarde. Pero estos bretones, además de rockeros, son libertarios...

Espero que la segunda entrega de este ciclo dedicado a la música francesa, resulte de su agrado. Buen viernes, buen finde, buena semana. Salud y libertad a todas.

Poema:

Y los vientos en la superficie, bagatela insignificante,
candidato obligado a la hecatombe perpetua.
Se abre la caza de los incrédulos que nunca han probado el opio.
Su sensatez, nos convierte en hombres y en madres de nuestros hijos.

Mientras arden, arden, arden, se acumulan imitadores
de pueblo en pueblo, de una ciudad a otra,
por el acuerdo de los teócratas
¿Si Dios existe? No lo sé.
El tiene los más bellos jardines
si por la mayor de las casualidades existe
no lo quiero saber
Así que no me hagas creer que nos espera una buena sorpresa
Tengo otras cosas que hacer en esta dulce vida
No me hagas creer que nos espera una buena sorpresa
Y si al fin no todo es negro,
solo será la guinda.

Y lo sobrio ahí tortura en la superficie
los cuerpos, el sexo, las mujeres, la ciencia
y otras formas de conocimiento muy peligroso para nuestros sistemas
Me niego a cualquier abstinencia.
en lugar de admitir la derrota
yo invoco aquí la inmanencia.
La trascendencia en el momento oportuno.
Ignorantes ahogados bajo el gnosticismo.
Tómalo o no como una herejía
pero no voy hacer de sus neurosis
un modelo para mi mundo
¿Si Dios existe? No lo sé.
Nunca me tiraré un pedo más fuerte
que el culo de cualquiera de sus santos.
Si Dios existe, fecha para el cadalso
Así que no me hagas creer que nos espera una buena sorpresa
Tengo otras cosas que hacer en esta dulce vida
¿Cómo iba a beber esas palabras empapadas de estupidez?
¿Por qué debería estar enojado conmigo por estar sujeto a la vida en la tierra?
No hay que esperar más que al día de hoy para agarrar el negocio
Y si al fin no todo es negro,
solo será la guinda.