Tristan Nihouarn. Sauf erreur de ma part . #Vdln 53
Si no me equivoco (Sauf erreur de ma part), la madurez se alcanza cuando nos cansamos de nosotros, cuando tomamos conciencia del sinsentido de desperdiciar diez horas al día entre balances y declaraciones fiscales que nos importan una mierda.
Si no me equivoco, probamos con el deporte hasta que comprendemos que lo de competir nunca fue lo nuestro. Por algo dimitimos de la impuesta condición de empollones que equivocadamente nos asignaron los colegios. Una cosa es el vicio de aprender y otra la obligación de fingirnos brillantes. Se lo dejamos a otros. Dan más el tipo.
Si no me equivoco, tanteamos a la suerte en los movimientos sociales. Sobre la banqueta del idealismo, descubrimos el drama de enfrentarnos a lo obvio. Junto a algunos de los mejores seres con los que hemos coincidido en esta vida, hallamos cachorros de miserables a la captura del éxito que se les negó en otros ámbitos. Presumen de honestos, de horizontales, de generosos sin causa, pero se suben a las mesas de presidencia con la satisfecha sonrisa de quien acaba de ligarse a la modelo de moda. De allí no se mueven ni bajo amenaza de tsunami. El género empleado no ha de entenderse machismo, sino un simple resultado estadístico: casi todos son hombres. Se subrayan como dirigentes de asociaciones de dos, como apoderados de la nada, siempre a la captura de ambiciones o a la satisfacción de egos ocultos. Cuándo se verán en otra. La cantera inagotable de esa viejísima nueva política, heredera universal de vicios añejos. Como canta la Marea, Los mismos clavos, la misma cruz. Así ni vamos ni iremos a ningún lugar que merezca un viaje.
Si no me equivoco, nos refugiamos en placeres humildes. En charlar con felinos que nos entienden y hasta nos contestan, o en regalar absurdos desde la red sin otro objetivo que compartir con desconocidos la soledad voluntaria. Una especie de terapia contra ese yo perverso que todos portamos en las entrañas. Nos importan un carajo el número de visitas y el posicionamiento en buscadores. Ni google ni sus muertos nos impondrán el título de un post. Cansados de que presente como propias nuestras estupideces a concurso, otro imbécil fastidia la fiesta y eliminamos medio blog. Enhorabuena colega. Robas de puta madre. Al menos copia algo bueno. Lo nuestro es plantación de autoconsumo. En un arranque de cólera, volvemos a competir y seleccionan una de nuestras obras para una antología de mierda. De desgracia en desgracia. Asumimos el agobio de Ortega ante aquello en que se convirtió la segunda ilusión republicana: “no es esto, no es esto”. Seguiremos buscando hasta encontrar. Hasta encontrarnos. En el soñar despiertos tan frecuente en nuestra especie, se nos aparece una vieja canción de Joan Baptista Humet. Que no soy yo, que aun no soy yo.
Si no me equivoco, alguien bautiza el problema y prescribe un tratamiento para yuppies en apuros. Salimos corriendo. Nos vemos disfrazados de Rambo mientras disparamos pelotas de pintura al primer capullo que encontremos en un barbecho. Pese a un nombre que acojona, eso del burnout no debe ser tan grave.
Si no me equivoco, estos sentimientos me inspira la música de Tristan Nihouarn. Rompió Matmatah para interrogarse a sí mismo. Les recuerdo la entrada que dedicamos a los bretones con la excusa de La Cerise. Sus temas tienen de todo. Desde la belleza intimista de Darjeeling amer, hasta la denuncia social de las últimas noticias de Bósforo que presentaba un poco antes. Lástima que mis limitaciones con la lengua de Asterix impidan ofrecer una traducción decente de las letras. Hasta donde entiendo, merecen la pena. Pura reflexión poética sobre la condición humana . El que más me llega es el segundo corte de su hasta ahora único trabajo solista: Ma vie est un chef d oeuvre. Quizá porque al alcanzar la madurez, comprendí que por el simple logro de haber llegado hasta aquí, mi vida es una obra de arte. Como la suya, como la de Tristan, como la de todos...
Si no me equivoco, he vuelto a publicar una entrada-basura, repleta de canciones francesas que a nadie agradan y de esos desvaríos nocturnos con los que completar el extenso álbum de seres a los que resulto antipático. Pero es que si no me equivoco, si alguna vez renuncio a equivocarme, dejaré de ser yo. Y eso no me lo perdonaría ni después del fin de trayecto.
Feliz vdln. Salud y libertad a todas.
Si no me equivoco, probamos con el deporte hasta que comprendemos que lo de competir nunca fue lo nuestro. Por algo dimitimos de la impuesta condición de empollones que equivocadamente nos asignaron los colegios. Una cosa es el vicio de aprender y otra la obligación de fingirnos brillantes. Se lo dejamos a otros. Dan más el tipo.
Si no me equivoco, tanteamos a la suerte en los movimientos sociales. Sobre la banqueta del idealismo, descubrimos el drama de enfrentarnos a lo obvio. Junto a algunos de los mejores seres con los que hemos coincidido en esta vida, hallamos cachorros de miserables a la captura del éxito que se les negó en otros ámbitos. Presumen de honestos, de horizontales, de generosos sin causa, pero se suben a las mesas de presidencia con la satisfecha sonrisa de quien acaba de ligarse a la modelo de moda. De allí no se mueven ni bajo amenaza de tsunami. El género empleado no ha de entenderse machismo, sino un simple resultado estadístico: casi todos son hombres. Se subrayan como dirigentes de asociaciones de dos, como apoderados de la nada, siempre a la captura de ambiciones o a la satisfacción de egos ocultos. Cuándo se verán en otra. La cantera inagotable de esa viejísima nueva política, heredera universal de vicios añejos. Como canta la Marea, Los mismos clavos, la misma cruz. Así ni vamos ni iremos a ningún lugar que merezca un viaje.
Si no me equivoco, nos refugiamos en placeres humildes. En charlar con felinos que nos entienden y hasta nos contestan, o en regalar absurdos desde la red sin otro objetivo que compartir con desconocidos la soledad voluntaria. Una especie de terapia contra ese yo perverso que todos portamos en las entrañas. Nos importan un carajo el número de visitas y el posicionamiento en buscadores. Ni google ni sus muertos nos impondrán el título de un post. Cansados de que presente como propias nuestras estupideces a concurso, otro imbécil fastidia la fiesta y eliminamos medio blog. Enhorabuena colega. Robas de puta madre. Al menos copia algo bueno. Lo nuestro es plantación de autoconsumo. En un arranque de cólera, volvemos a competir y seleccionan una de nuestras obras para una antología de mierda. De desgracia en desgracia. Asumimos el agobio de Ortega ante aquello en que se convirtió la segunda ilusión republicana: “no es esto, no es esto”. Seguiremos buscando hasta encontrar. Hasta encontrarnos. En el soñar despiertos tan frecuente en nuestra especie, se nos aparece una vieja canción de Joan Baptista Humet. Que no soy yo, que aun no soy yo.
Si no me equivoco, alguien bautiza el problema y prescribe un tratamiento para yuppies en apuros. Salimos corriendo. Nos vemos disfrazados de Rambo mientras disparamos pelotas de pintura al primer capullo que encontremos en un barbecho. Pese a un nombre que acojona, eso del burnout no debe ser tan grave.
Si no me equivoco, estos sentimientos me inspira la música de Tristan Nihouarn. Rompió Matmatah para interrogarse a sí mismo. Les recuerdo la entrada que dedicamos a los bretones con la excusa de La Cerise. Sus temas tienen de todo. Desde la belleza intimista de Darjeeling amer, hasta la denuncia social de las últimas noticias de Bósforo que presentaba un poco antes. Lástima que mis limitaciones con la lengua de Asterix impidan ofrecer una traducción decente de las letras. Hasta donde entiendo, merecen la pena. Pura reflexión poética sobre la condición humana . El que más me llega es el segundo corte de su hasta ahora único trabajo solista: Ma vie est un chef d oeuvre. Quizá porque al alcanzar la madurez, comprendí que por el simple logro de haber llegado hasta aquí, mi vida es una obra de arte. Como la suya, como la de Tristan, como la de todos...
Si no me equivoco, he vuelto a publicar una entrada-basura, repleta de canciones francesas que a nadie agradan y de esos desvaríos nocturnos con los que completar el extenso álbum de seres a los que resulto antipático. Pero es que si no me equivoco, si alguna vez renuncio a equivocarme, dejaré de ser yo. Y eso no me lo perdonaría ni después del fin de trayecto.
Feliz vdln. Salud y libertad a todas.
Si no me equivoco, has vuelto a publicar una entrada-brillante, repleta de canciones que a alguien agradan.
ResponderEliminarSalud y libertad
Me alegro que te gusten. Salud y libertad
EliminarPues no, no te equivocas en muchas cosas, aunque creo que te equivocaste al decir que la entrada es mala y que no nos gusta la música en francés, personalmente me encanta!!! Y que bien poder equivocarse porque la mejor forma de avanzar!!! Feliz semana y feliz #VDLN
ResponderEliminarPues sí. el error es la asignatura que mejor se aprende. Buena semana
EliminarPues mira, otra a la que le gusta la música francesa. Si no nos equivocamos, efectivamente como dice mis Chic@s y Yo, no avanzamos ;)
ResponderEliminarBuen finde
Contigo ya contaba, Lydia. Buena semana
EliminarYa me gustó la entrada de La Cerise. Y esta también. El segundo tema muy bueno. Soy un total ignorante en música francesa, pero cada vez que traes uno de estos grupos, flipo con el sonido que tienen.
ResponderEliminarBuena semana, y salud!
La verdad es que por aquí lo que no se escriba en inglés no suena mucho. Cosas de la colonización globalizadora. Buena semana. salud
Eliminarsi es que la noche es muy mala Rafa... la música francesa no es que me apasione pero se deja oir y sobre todo esas palabras me compensan la ignorancia de tanto que no conozco. Asi que de entrada mala nada de nada : - )
ResponderEliminarbesos.
Si que es mala, sí. Gracias por tú comentario. besos
EliminarAy Rafa Rafa, qué poético estás esta semana de nuevo. No entiendo ni una palabra del idioma pero es un tipo Revolver a lo gabaché. Muy gusto sí señor y gracias por este gran descubrimiento. Pronto ya me veo haciendo una lista de todos los grupos que me han ido gustando en los @VDLN. Un abrazo y a mandar.
ResponderEliminarPues ahora que lo dices si que guarda cierta similitud con el Goñi. Un abrazo
EliminarGran elección para este #VDLN, me ha sorprendido gratamente tu elección porque a pesar de no tener el gusto de conocerles me ha encantado, tengo predilección por el francés, no lo puedo evitar. Feliz semana!
ResponderEliminarMe alegro que te guste. Tenía ciertos recelos con esta entrada. No es fácil que transmitan una composiciones cuyo fuerte es el texto cuando se expresa en un idioma que en estos días pocos entienden. Feliz semana.
EliminarMe ha gustado mucho escucharlo, da igual el idioma si lo que entra por las orejas es bueno. Y de entrada-basura nada, ya quisiera yo escribir con la mitad de corazon en las palabras que tu. Buena semana y mucha Salud!
ResponderEliminarGracias Lianxio, me alegro que música y entrada te hayan entretenido. De eso se trata. Salud y buena semana.
EliminarTe equivocas en lo de la entrada-basura! Sobre la música, el ritmo me gusta, pero odio el francés. El idioma.. No lo soporto jaja Pero suenan bien. Feliz finde!
ResponderEliminarSi te agradó la entrada algo es algo, ja,ja,ja. Sobre gustos linguísticos nada hay escrito. Feliz semana.
EliminarRafa, cuidado con lo del gato. Si le hablas a un gato, eres un amante de los animales; pero si es el gato el que te habla a ti, eres un psicótico.
ResponderEliminarBromas aparte, la 'chanson' francesa acaba influyendo en todo tipo de música que se hace en el país vecino; incluso en el rock francés. Pero las canciones y las disertaciones de este artículo me han sonado agradables.
Me temo que soy un psicótico amante de los animales, Jejeje. Tienes razón en lo de la chanson. Quizá sea el toque que lo distingue de estricta ortodoxia anglosajona. Buena semana.
EliminarAnda mira! pues yo no conocía ninguna de las canciones que has publicado en el VDLN. Así que me las apunto para escucharlas con detenimiento. Saludos!
ResponderEliminarCasi no llego a contestar. Para eso están los vdln, para descubrir canciones y personas, aunque sea de modo virtual. Buena lo que queda de semana
EliminarNo es una entrada basura (ahí te equivocas ;) ) No la conocía, me gusta mucho aunque no entienda la letra ;)
ResponderEliminarMe alegro que te agraden ambas cosas. Con el francés también tengo mis problemas. Cuesta, siempre me pareció un idioma muy difícil. Gracias por tu comentario
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